La inflación y la devaluación de las divisas está empujando a muchas familias a ahorrar en Bitcoin. Este fenómeno se puede notar ya en varios países de América Latina.

Según los últimos datos de organismos reguladores, países como Argentina o Venezuela están padeciendo una hiperinflación o inflación galopante. El Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC) indica que el país registró una inflación acumulada del 36,1% en 2020 y que el incremento de los precios sigue una línea ascendente. El Banco Central de Venezuela (BCV), informó recientemente que el país experimenta una hiperinflación que alcanzó el 2.959,8% en el pasado año.

¿Qué es la inflación y qué la causa?

La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de las materias primas y bienes de consumo. Es el reflejo directo de la pérdida de poder adquisitivo de las divisas. Si la inflación sube, significa que suben los precios, es decir que, con el mismo dinero, se pueden adquirir menos bienes que antes. Esto es, a efectos prácticos, una pérdida de valor de la moneda, puesto que se necesita una mayor cantidad de ella para adquirir los mismos bienes.

Cabe señalar que esta pérdida de valor no se distribuye de igual manera en las economías nacionales. De hecho, la inflación es altamente regresiva, es decir, afecta más a los sectores con menos recursos que a los de mayores recursos. Las clases pudientes, aquellas que tienen acceso a instrumentos financieros, como depósitos que se reajustan con la inflación o que pueden mover su capital con facilidad a otras divisas, pueden protegerse mejor de la pérdida de poder adquisitivo. Mientras tanto, las personas e instituciones con activos en efectivo sufren una mayor pérdida de poder adquisitivo: aunque sus salarios e ingresos se mantengan estables, su dinero cada vez vale menos.

La inflación tiene varias causas conocidas. La primera y más importante es la que se deriva de la política monetaria de los estados. Si los bancos centrales, incrementan la emisión de dinero por encima de su demanda real, provocan una disminución directa del valor de sus divisas y eso conlleva un aumento de precios.

Una segunda causa es la inflación por desequilibrio en el consumo, motivada por la ley de la oferta y la demanda. Si la demanda de bienes supera a la capacidad de producirlos o importarlos, los precios también aumentan.

La tercera causa es el aumento de los costos de producción y distribución de los bienes. Cuando el precio de las materias primas o los medios de producción aumenta, se genera una inflación por costos, que conlleva que el productor, para no perder beneficios, incremente los precios de las materias primas.

También se da la inflación auto construida, que es preventiva ante un futuro aumento de precios, se comienzan a ajustar los precios desde antes para evitar que el cambio sea muy abrupto.

Finalmente, la inflación generada por expectativas de inflación, se produce cuando los trabajadores exigen subidas salariales para paliar los efectos la inflación, puede provocar que los empresarios incrementen los precios para evitar pérdidas en sus ganancias, iniciando así un ciclo perverso inflacionista.

La tendencia inflacionista actual viene provocada principalmente por la desorbitada emisión de moneda de los bancos centrales, aunque se suman a ella otras causas derivadas de la pandemia mundial, como, por ejemplo, el aumento de los costos de producción y distribución de los bienes.

Hablando con claridad, la inflación es una manifestación del poder que tienen aquellos que pueden incrementar los precios de los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado, frente a las personas que no tienen esa capacidad. Así que, a efectos prácticos, la inflación es una forma de transferencia de capital de las clases pobres a las clases pudientes y comporta un incremento de las desigualdades.

Ahorro en Bitcoin

Durante muchos años, en los países con divisas muy débiles, las familias han optado por ahorrar en divisas extranjeras más confiables, como el dólar o el euro. Sin embargo, en estos últimos años, como consecuencia de la inestabilidad creciente de estas dos divisas, estamos asistiendo a una nueva modalidad de ahorro: el ahorro en Bitcoin.

En Venezuela ha habido un claro auge en la adopción de Bitcoin como medio de pago, especialmente por la necesidad de mecanismos digitales para comercio a causa de las medidas de confinamiento en todo el mundo, y como medio de ahorro, en previsión de una devaluación de las divisas de referencia. Incluso el gobierno venezolano se interesa cada vez más por el uso de las criptodivisas. En este sentido, se plantea la inclusión de monederos de criptodivisas en el sistema de subsidios Patria y la aprobación de una plataforma de finanzas descentralizadas (DeFi) nacional.

En Argentina, el problema principal es el ahorro privado. Durante muchos años, el dólar ha sido la divisa de referencia para el ahorro en este país, dada la inestabilidad del peso argentino y su periódica devaluación. Lo que está ocurriendo ahora es que muchas familias empiezan a dudar de la divisa norteamericana como refugio para sus ahorros, puesto que la ilimitada emisión de moneda que está llevando a cabo la Reserva Federal Americana está provocando su devaluación. En busca de otro valor que sirva de refugio para sus ahorros, cada vez más familias y empresas están adquiriendo Bitcoin.

La situación de Argentina no es única, en absoluto. Esta tendencia es muy notable en muchos países donde el dólar había sido la referencia y empieza a notarse también en los EEUU y en la UE.

Al respecto, les invitamos a ver este programa de Keiser Report: "La Paradoja de la Inflación"

Etiquetas: ,


0 comentarios:


Publicar un comentario


Enlace copiado en el portapapeles